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Los trabajos se realizaron en dos empalmes de manera simultanea y se logró que no se cortará el servicio en las zonas delimitadas por la rapidez y eficiencia operativa plasmada que permitirán poner en funcionamiento las nuevas instalaciones; Ésta es una de las obras hídricas más emblemáticas de los últimos 40 años con una inversión grande. Solo los acueductos costaron $237 millones.
El presidente de Agua Potable y Saneamiento S.E., Víctor Galarza, encabezó la supervisión de los trabajos relacionados a la segunda etapa de interconexión y empalme en la planta potabilizadora de Alto Reyes.
Galarza hizo hincapié en el esfuerzo y profesionalidad de los operarios para culminar la obra en los márgenes de tiempo previstos, y así afectar lo menos posible al suministro en los sectores de incumbencia.
En esa oportunidad Galarza manifestó: “culminamos con estas dos intervenciones, dos empalmes que se trabajaron de manera simultánea, que se realizaron dentro de los plazos establecidos para no afectar el servicio a los usuarios”.
En tal sentido agregó: “con esta obra dimos por concluido el empalme para luego, cuando se terminen los acueductos, se pueda habilitar la nueva planta de Agua Potable que se está construyendo.
En referencia a esta nueva planta de Agua Potable y Saneamiento indicó que “es una de las obras emblemáticas, ya que la inversión es bastante grande, solamente los acueductos son 237 millones de pesos, y otros tantos la ampliación de la planta. Por lo tanto, esta obra era muy necesaria ya que nos posibilitará prever el crecimiento poblacional de San Salvador de Jujuy para los próximos 20 o 30 años más, y que podamos en el futuro cubrir todos los servicios que se necesitan en la extensión y crecimiento que tendrá la ciudad capital”.
Por último, el funcionario provincial hizo hincapié que ante esta situación se le informó con antelación a la comunidad que tomara los recaudos necesarios para que el líquido elemento no le faltara.
Por su parte, Ricardo Franco, que llevó adelante la supervisión de los trabajos en la zona, señaló: “se hizo la intervención en un caño de 700 milímetros de material de fundición, y todo fue reemplazado por cañería de hierro dúctil”.
“Este proceso implicó hacer cortes, sacar las piezas que ya no serían utilizadas, y colocar los empalmes, con un trabajo que se hizo en los horarios fijados en principio”, explicó Franco.
Asimismo, detalló que “se desplegaron aproximadamente 20 personas entre maquinistas, operarios y técnicos para desarrollar la obra por parte de la empresa contratista, mientras que ingenieros de Agua Potable y Saneamiento supervisaron estos trabajos, e hicieron el cierre y apertura de los acueductos”.
Finalmente, recalcó que como en toda obra, una vez finalizada la misma se hacen los testeos correspondientes para corroborar su correcto funcionamiento y tener la seguridad necesaria.

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